Cada día más hogares consideran adoptar un gato. Tan solo en 2018, Statista reveló que a nivel mundial había aproximadamente 370 millones de gatos domésticos. Debido a esto, los veterinarios han decidido especializarse para asegurar el bienestar del animal y la educación apropiada de los dueños. Así, las especializaciones en radiología veterinaria, odontología y nutrición animal además de análisis emocional en mascotas no son sólo populares, sino necesarias. Este artículo se enfoca en la educación del dueño teniendo en cuenta la información obtenida por veterinarios en diferentes áreas.
Errores más comunes con los felinos
Jimena Vangas, veterinaria de la Universidad de Buenos Aires de Argentina, realizó una encuesta en la cual un 67.4% de participantes afirmaron desconocer todos los requerimientos que sus gatos necesitaban. Esta desinformación, en muchos casos, conlleva a dos extremos: la humanización del gato o su despersonalización.
La humanización de la mascota se caracteriza por asociar sentimientos propiamente humanos a los gatos. Esto es un problema ya que parte de mantenerlos saludables y felices implica proveer un ambiente y actividades que permitan satisfacer sus instintos. Al no entregar estas acomodaciones, muchos gatos sufren de estrés y recurren a afilarse las uñas en muebles o hacer sus necesidades fuera de su área designada, lo cual, debido a la desinformación, termina por llevar a los dueños a regañar a sus felinos en lugar de comprender su situación.
Por otro lado, la despersonalización viene de la idea de que los animales, específicamente los gatos, no sienten cariño, estrés, depresión o empatía hacia sus dueños. Si bien es cierto que no manejan las emociones al mismo nivel que un humano no significa que estén desprovistos de ellas. Cuando esto sucede, algunos dueños se encargan solo de la comida, el agua y el aseo del gato sin prestar mucha atención a la necesidad de interacción de estos puestos que los consideran independientes y, en parte, autosuficientes.
Necesidades básicas de los gatos
Para asegurar que el gato tenga una buena calidad de vida es necesario apelar a su naturaleza, es decir, satisfacer todas sus necesidades de acuerdo a sus instintos.
Así, además de proveer agua y alimento, se recomienda que este impulse su carácter depredador, por eso, dificultar el acceso a la comida a través de juegos o platos especiales los motiva a la hora de comer y evita el aburrimiento. También poner los recipientes de agua en superficies altas ayuda a que se mantengan activos.
Es muy importante mantener agua fresca y, de ser posible, en movimiento. Los felinos salvajes consideran el agua estática poco segura ya que al estar quieta puede ser un nido de bacterias, de este modo, los gatos se sentirán más atraídos y beberán más si ven un flujo continuo.
Otro factor crucial para los gatos es su seguridad. Cuando se sienten amenazados o intranquilos, generalmente recurrirán a un espacio oscuro y cerrado, como una caja de cartón, o a un sitio alto, como un mueble para gatos. Por eso, para que estén felices en el hogar deben tener un sitio donde tengan el control y puedan relajarse si lo necesitan.
Uno de los instintos por los cuales se suele castigar a los gatos es su necesidad de afilarse las uñas. Este es un hábito saludable el cual todo felino debe hacer regularmente; sirve para desestresarse, marcar territorio y ejercitarse. De hecho, si un gato deja de hacerlo es motivo de alarma. Para evitar que dañen los muebles del hogar y que igualmente puedan desahogarse, hay que ofrecerles un rascador o varios en diferentes zonas.
Con respecto a las cajas de arena, estas deben ser lo suficientemente amplias para que el gato pueda sentarse y estar cómodo. De la misma manera, debe haber tantas como gatos haya, no solo por salubridad sino también porque son animales territoriales.
Finalmente, el dueño debe jugar a diario con sus mascotas. Los gatos disfrutan principalmente los juegos tipo caña, donde el humano lanza un objeto atado a un lazo y lo mueve, porque fomenta su instinto cazador y los ayuda a fortalecer habilidades como el salto, la agilidad y la discreción.
Todos estos elementos aseguran que el felino se encontrará a gusto en su hogar y con su amo. Así, se conocerán mutuamente y el dueño aprenderá a notar la personalidad y los cambios de comportamiento en su gato para ofrecer atención médica oportuna cuando sea necesaria.
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